Meses después de la explosión del planeta Vegeta, la cápsula espacial de Kakarot llegó al planeta Tierra, aterrizó en un claro de un monte. Horas después, un anciano llamado Songohanda, que vivía cerca del monte estaba dando un paseo y oyó llorar a Kakarot y fue a investigar y en el claro encontró a Kakarot llorando, lo cogió en los brazos y vio que tenia una cola como de simio y le puso el nombre de Songoku y decidió criarlo y tratarlo como un nieto.
El carácter de Songoku era muy difícil y revoltoso hasta que un día dando un paseo por monte cayó por un barranco. Cuando Songoku recibió el golpe en la cabeza le hizo cambiar radicalmente su carácter, se volvió un niño muy bueno y obediente. Songohanda decidió entrenarlo en artes marciales y le dio su bastón mágico, que se estiraba y se encogía a voluntad. El bastón mágico se llamaba Bastón Omega.
Una noche de luna llena, Songoku fue a mear fuera de casa y miró fijamente a la luna llena y se transformó en un Ozaru, el simio gigante y Songohanda lo trata de detener y Ozaru lo mató y como estaba a punto de amanecer, Songoku volvería a ser humano y quedaría desmayado, pero no se acordaría de nada de lo ocurrido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario